
Este soleano, emparentado con los Méyer, ingresó en la Hermandad de la Soledad el 7 de julio de 1925 y ese mismo año fue elegido consiliario, cargo que desempeñó de manera continuada, siendo el último oficio que ostentó en la Junta, aunque también fue fiscal (a partir de 1937 hasta 1943) y mayordomo segundo (1946-1951). José Carrasco Redondo, vecino de la collación de San Pedro en la calle Doña María Coronel, tras haber disfrutado junto con sus hermanos el extraordinario IV Centenario, fue homenajeado por su dedicación a la Hermandad de la Soledad el 22 de abril de 1958, poco antes de su fallecimiento sucedido el día de la Purísima.
